viernes, 18 de febrero de 2011

Los sentimientos encontrados se vuelven pelotudos

Odio la sutil pero inexplicable pregunta de ¿Qué es el amor?, siempre la gente adulta nos llena de explicaciones sobre ese agotador sentimiento. Las canciones melosas e inaguantables sugieren que es como “caminar por la playa en vacaciones”, los filósofos con palabras inentendibles quieren decirnos que es “encontrar la media naranja”, las madres nos hablan de incondicionalidad y entre tantos, la gente espiritual nos dice que es “dar sin esperar nada a cambio” que amar es verse reflejado en el otro y bla bla bla…
Ayer, luego de tanto pensar, razonar (quizás) creo que llegue a entender que el amor no existe, sólo es un sentimiento de necesidad, expectativas en el otro, esperando sanar de alguna manera las carencias que cada uno tiene. Es imposible que el común de las personas -no quiero decir todas porque creo que sólo una se salva- dé sin esperar, las madres, por ejemplo nos otorgan su fidelidad con el fin de que el día de mañana puedan manejarnos la vida o que no nos vayamos de su lado. Los padres aman esperando que algún día nos vayamos de su lado. L#s novi#s, ¡para que hablar de ello!, esas relaciones son las que más piden y menos dan, seamos sinceros: los noviazgos duran mientras que las dos partes reciben algo a cambio, cuando no sirve más, el “Te Amo” se termina.
El amor es como el capitalismo, hay oferta, demanda, mercado, venta, reventa. Siempre que salga un “aparato nuevo” el consumidor estará allí para tratar de cómpralo, sí el amor sube y baja como el dólar.
El punto es que aunque se llegue a un concepto de lo que es el “AMOR” nadie podrá aplicarlo, por lo menos no ahora con esta sociedad llena de traumas y carencias donde sólo buscamos salvarnos a nosotros mismos, donde jamás damos si sabemos que vamos a perder. Estos actos son conscientes e inconscientes pero siempre están.
En lo que a mí respecta, yo veo el amor día a día en los animales, en los perros para ser más precisa, ellos nos dan su calor, se entregan sin importar el pasado, el presente o el futuro. No se quejan si nos olvidamos de ellos, si no le dimos de comer o los tratamos mal, pero no confundamos su cariño con obsecuencia.
Bye, Little Jezz

No hay comentarios:

Publicar un comentario