viernes, 18 de febrero de 2011

Pensamiento

Luego de estar a punto de tener una crisis nerviosa en mi trabajo, logré tranquilizarme, pensar y analizar, ¿acaso debemos dejar que nuestros “laburos” nos manejen la vida, el sueño, los sueños,  los días, las amistades, la salud, nuestros cerebros?
Siempre existió el trabajo, en el principio de los tiempos no se llamaba trabajar sino ofrendar, al rey, a los dioses, a la autoridad  de ocasión; luego con la llegada del capitalismo se instituyó a ese sacrificio como “trabajo”, con el pequeño detalle que ahora se recibía algo a cambio (siempre y cuando se trabajasen mil horas y en condiciones pésimas). Una buena evolución por un lado, el comienzo de la mentira por otro, según mi punto de vista.
Hoy las cosas cambiaron, lo que antes era obligación divina ahora creemos que es un progreso, sin darnos cuenta que lo mejor se lo llevan unos pocos, o mejor dicho, sí no damos cuenta y aun así decidimos continuar, pero siempre quejándonos.  Dejamos que el trabajo maneje todos nuestros aspectos de la vida, que nos diga quienes somos, nuestro target, si seremos felices y exitosos o seremos mendigos mal vistos por la sociedad.
Nos imponemos la idea de vocación y esfuerzo para alivianar la carga de estar encerrados trabajando para sobrevivir, y poder sobrellevar  frustraciones, seguimos mintiéndonos pero un poco más felices.
Pienso otra vez, veo a mi alrededor chicos y chicas de mi edad que se dejan lavar la cabeza, que se dejan exigir y caen en el pozo del éxito con sacrificio o de la esclavitud total, se dejan absorber  por el sistema,  lloran porque jamás lograran la meta que algún idiota fijó como objetivo de la vida, caminan en fila, envejecen pero no mueven un dedo por hacer algo.
Está en nuestra mente poder acabar con esta estupidez de sistema, mercado, trabajo, debemos terminar con los manejos y finalizar con la falsa idea que trabajar nos dará la felicidad. Tenemos que darnos cuenta que siempre nuestra vida estará sujeta a los más poderosos si hoy no hacemos algo, si no nos hacemos valorar, trabajar es trabajar y nada más, no debería generar angustias y frustraciones,  ni malestares, no debemos desesperarnos, ni dejar la vida en un lugar que cuando no demos ganancia nos sacaran a patadas sin importar nada. Tenemos que dejar de ver al trabajo como un dios, darnos cuenta que somos nosotros los que movemos todo, si no trabajamos los “grandes” no serían grandes, trabajar no es motivo de agradecimiento, al contrario nosotros tenemos  la mano de obra que logra hacer caminar a este sistema, sin nosotros no existiría el capitalismo, tenemos que dejar de rebajarnos, de venerar al patrón y lograr que sean ellos los que nos agradezcan y nos besen los pies, porque el día que se tome conciencia todos los “gigantes” van a desaparecer.
Little Jezz
“Sólo trabaja para vivir y no vivas para trabajar”

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