Es tan difícil construir una pareja cuando ambos van para distinto lado. Luego de una mentira todo es más complicado pero no imposible, si el que miente se arrepintió de corazón y el dolido deja atrás el dolor para volver a confiar.
¿Acaso eso no es amor? Poder mirarle a la cara al que cometió un error y decirle dulcemente que ya paso todo, aliviar su pena por el sólo hecho de verlo sonreír.
La sonrisa del amado cueste lo que cueste debería ser la gratificación más grande del que ama, poder ayudarlo y guiarlo, porque cuando hay amor no hay nada imposible.
Por el contrario, no poder olvidar, recordarle siempre al arrepentido que estuvo mal, no volver a depositar la confianza en él no creo que sea amar.
Todo duele, y más cuando estamos expuestos, pero no hay nada que el amor no pueda curar, siempre y cuando sea genuino y libre, ya que todos somos humanos y cometemos errores, algunos más grandes otros más pequeños pero es ahí donde se pone a prueba el sentir.
¿Qué pesa más, el poder volver a confiar (siempre y cuando el arrepentimiento sea sentido, y no se vuelva a hacer) y seguir llenando de amor, abrazos y felicidad al mundo, o estar con ese rencor persistente, perder a quien sólo tuvo un tropezón y no saber jamás que podría haber pasado?
Siempre hay que estar en el lugar del otro para opinar, pero hoy estuve en los dos lugares, el que cometió un error y del que tuvo que perdonar, sé que todo duele cuando el sentir es engañado, desde un beso inocente hasta una infidelidad consumada, un insulto, ofensas, pasando por una mentira justificada o por una injustificada y realmente creo que no hay sentir más bello que el de ver a la persona que amas sonreír, hacerle olvidar su traspié y llenarlo de besos y palabras que le recuerden que un tropezón no es caída, que es un ser de luz, que es lo más precioso que piso en este mundo, y que luego de esto crecerá mucho. Cuesta, pero siempre es posible si el sentimiento es verdadero.
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